Sustitución de los sellos de aceite del cigüeñal

Todas las piezas del vehículo tienen una vida útil diferente y cierta caducidad, después de lo cual probablemente deban ser sustituidas.

Por ejemplo, los sellos de aceite del cigüeñal deben durar un promedio de 3 años o 100-150 mil km, tras lo cual deben ser sustituidos. Sin embargo, a veces el momento de sustituirlos llega mucho antes.

El problema es que, si el sello se desplaza aunque sea mínimamente, se producirán fugas de aceite y reparaciones inesperadas pero que serán obligatorias.

Los fallos en los sellos se producen por las siguientes razones:

• en primer lugar, por el desgaste natural;
• un montaje incorrecto hace que la goma se agriete;
  
• sustitución inoportuna del aceite del motor y del filtro de aceite;
• cuando el motor funciona a altas velocidades y se sobrecalienta;
• daños mecánicos;
• mala calidad del caucho con el que se fabricaban.

Así que una falla en el sello se manifiesta por una fuga de aceite, y cuanto peor sea el estado del sello, mayor será la fuga de aceite.

Además, a través de los fallos de los sellos, podrían llegar al eje partículas mecánicas que actúan de forma abrasiva sobre el mismo.

Poco a poco el desgaste de las piezas se va agravando. El aceite no se distribuye uniformemente por las piezas, algunas de ellas experimentan una escasez de aceite, lo que les afecta negativamente. Así que retrasar la sustitución de los sellos puede llevar a reparaciones más complicadas y mucho más costosas.

Se considera que cambiar los sellos de aceite no es complicado y puede cambiarlos cualquier conductor aficionado. Aun así, la sustitución del sello trasero del cigüeñal es un procedimiento que requiere mucho tiempo y trabajo debido a su ubicación inaccesible.

Es necesario recordar que un montaje incorrecto es una de las principales razones por las que surgen problemas en el futuro.

Por lo tanto, sería prudente recurrir a un servicio técnico especializado para garantizar que el sello dure toda su vida útil y solo tenga que ser sustituido cada tres años.

Sobre todo porque el precio de un sello nuevo es varias veces menor que el de una reparación.

Debido a que una gran variedad de impurezas de la carretera (polvo, suciedad, arena, basura) llega al sello delantero en cantidades mucho mayores, este se daña más rápido.

En opinión de los especialistas, aunque el sello trasero está mucho menos expuesto que el delantero, es mejor cambiar todos al mismo tiempo.